La autoexigencia y cómo gestionarla

La autoexigencia puede ser una cualidad admirable que nos impulse hacia la consecución de metas y objetivos. Sin embargo, cuando esta exigencia se convierte en una prisión mental, puede ser muy perjudicial para nuestra salud mental y nuestro bienestar emocional.

El peligro radica en que en muchas ocasiones creamos estándares irreales, completamente idealizados y hasta inalcanzables, y  sobre todo, que nos sometemos a una evaluación y crítica constante donde no dejamos cabida al error. Buscamos la perfección, tememos que equivocarnos sea el equivalente de fracasar, nos machacamos y juzgamos duramente si no lo hacemos todo “bien”. 

Esta mentalidad nos lleva a un ciclo agotador de autocrítica, ansiedad y autoevaluación negativa, que socava nuestra confianza, nuestra autoestima y nos deja emocionalmente exhaustos.

La autoexigencia en la adolescencia

La adolescencia es un período crucial en el que los jóvenes exploran su identidad, enfrentan nuevos desafíos y luchan por encontrar su lugar en el mundo. En este viaje de autodescubrimiento, la autoexigencia puede convertirse en una fuerza poderosa que impulsa el crecimiento personal, pero también puede convertirse en un obstáculo que dificulta la felicidad y el bienestar emocional.

La autoexigencia en la adolescencia puede manifestarse de diversas formas. Los jóvenes pueden sentir la presión de sobresalir en la escuela, destacar en actividades extracurriculares, mantener relaciones sociales exitosas y cumplir con las expectativas de sus padres y maestros. Esta búsqueda constante de perfección puede llevar a un ciclo agotador de autocrítica, ansiedad y estrés.

Uno de los desafíos más grandes para los adolescentes es aprender a manejar la autoexigencia de manera saludable. Aquí algunas reflexiones sobre cómo abordar este tema:

1. Orígenes de la autoexigencia:

Es importante que los adolescentes reflexionen sobre de dónde proviene su autoexigencia. ¿Son sus estándares realistas o están influenciados por expectativas externas? ¿Sienten presión de sus padres, maestros o pares para alcanzar ciertos logros? Comprender la fuente de su autoexigencia puede ayudarles a cuestionarla y a establecer estándares más realistas y saludables.

2. Reconocer la diferencia entre excelencia y perfección:

Es fundamental que los adolescentes comprendan que buscar la excelencia no significa perseguir la perfección absoluta. La excelencia implica esforzarse por mejorar continuamente y alcanzar metas realistas, mientras que la búsqueda de la perfección puede ser inalcanzable y perjudicial para la salud mental.

3. Practicar la autocompasión:

Los adolescentes deben aprender a tratarse a sí mismos con amabilidad y comprensión, especialmente cuando experimentan fracasos o desafíos. La autocompasión implica reconocer y aceptar las propias imperfecciones, y cultivar una voz interior compasiva que anime en lugar de criticar.

4. Establecer límites y prioridades:

Los adolescentes deben aprender a establecer límites saludables en sus responsabilidades y compromisos. Esto puede implicar aprender a decir no cuando sea necesario, priorizar sus actividades y buscar un equilibrio entre el trabajo escolar, las actividades extracurriculares y el tiempo libre.

5. Celebrar los logros, por pequeños que sean:

Es importante que los adolescentes reconozcan y valoren sus logros, por más pequeños que puedan parecer. Celebrar los éxitos, por mínimos que sean, puede aumentar la autoestima y promover un sentido de satisfacción personal.

6. Buscar apoyo:

Los adolescentes no deben temer buscar ayuda y apoyo cuando lo necesiten. Esto puede implicar hablar con un amigo de confianza, un miembro de la familia o un consejero escolar sobre sus preocupaciones y desafíos. También pueden beneficiarse de la orientación de un profesional de la salud mental si están luchando con la ansiedad, la depresión u otros problemas emocionales.

7. Cultivar la resiliencia:

La resiliencia es la capacidad de recuperarse de los desafíos y adversidades. Los adolescentes pueden desarrollar esta habilidad practicando la tolerancia a la frustración, aprendiendo a aprender de los fracasos y desarrollando estrategias de afrontamiento efectivas.

Aprender a gestionar la autoexigencia es especialmente importante en la adolescencia para promover el bienestar emocional y la salud mental. Al reconocer la fuente de su autoexigencia, diferenciar entre excelencia y perfección, practicar la autocompasión, establecer límites saludables, celebrar los logros y buscar apoyo cuando sea necesario, los adolescentes pueden cultivar una relación más saludable consigo mismos y con el mundo que les rodea.

Este proceso no solo les ayudará a enfrentar los desafíos de la adolescencia, sino que también sentará las bases para una vida adulta más equilibrada y satisfactoria. Si necesitas ayuda para gestionarla, no dudes en contactar con nosotras, sabemos muy bien lo que es lidiar con la autoexigencia y el perfeccionismo 😉

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Más sobre mí...

Si hay algo que me define es la alta sensibilidad. La escucha activa, la paciencia y la calma son parte natural de mí. Soy profundamente creativa y encuentro expresión en la pintura, la escritura y la costura. Dedico tiempo a cuidarme y conocerme, un viaje desafiante y hermoso que transito a través del yoga, la meditación y la biodanza.

Me considero una viajera callejera, enamorada de la gastronomía, de la cocina y de descubrir rincones a pie de calle.

Me formé en terapias energéticas y en psicosomática, fascinada por cómo cada emoción y cada vivencia dejan huella en el cuerpo. También completé un curso de Bienestar e Inteligencia Emocional con Eleva, un paso más en mi propio crecimiento.

Voluntariado

Desde hace unos años colaboro como voluntaria en La Niña Amarilla, donde he tenido la oportunidad de participar en charlas de prevención del suicidio junto a Isthar. Además, soy socia de Desata tu Potencial, donde continúo formándome, y desde el año pasado acompaño como voluntaria en La Akademia.

Ahora, en Eduko, inicio una nueva etapa como voluntaria, compartiendo esa creatividad, presencia y sensibilidad que me han ayudado a reconstruirme y a vivir desde un lugar más auténtico.

Por eso, hace ya tiempo que decidí cambiar de carrera profesional y aprovechar todo lo que había aprendido a lo largo de estos últimos 20 años en empresas punteras en su sector, para poder utilizarlo y ayudar a todo aquel que quiera y lo necesite, a encontrar cuál es su propósito profesional y qué es lo que realmente le mueve en la vida y que es lo que realmente quiere hacer con ella. Por eso me formé como coach y me especialicé en coaching de propósito de vida y profesional.

Me encanta ver cuando la gente pierde el miedo a hablar y expresar cómo se siente, me encanta la creatividad y la gente que se reinventa, la que siempre quiere seguir aprendiendo y no teme reconocer sus fallos. Me encanta la gente que se lo cuestiona todo y quiere seguir adelante, la gente valiente y la resiliente. La que pide ayuda cuando siente que la necesita y la que ayuda a los demás sin pedir nada a cambio. Me encanta la gente que se entrega y sabe disfrutar de verdad de la vida, la que se ríe de sí misma y con los demás, la que se permite llorar cuando algo o alguien le hacen daño y la que respeta y se respeta.

Ya lo he dicho al principio, soy una apasionada de la gente, ¿qué le vamos a hacer? no soy perfecta! Me encanta la gente, todo lo que son y pueden llegar a ser.

¿Y tú, ya sabes cómo quieres ser?

Certificados

Estoy certificada en coaching personal y ejecutivo por ICF y ASESCO, así como en Coaching Educativo, Inteligencia Emocional y Heridas Emocionales con Eleva – Escuela de Coaching, donde me he ido especializando. También soy Coach de equipos y liderazgo sistémico. Soy terapeuta de duelo y trabajo de partes, especialista en trauma y apego. Además, soy Practicioner en PNL (Programación Neurolingüística), mentora y supervisora de coaching ecointegrativo y cuento con un Máster en psicología, counselling y terapia Gestalt.

Sesiones

Acompaño en sesiones individuales y grupales, sobre todo a jóvenes y adolescentes. También diseño e imparto talleres, charlas y formaciones para alumnado, profesorado, familias y profesionales de muy diversa índole.

Voluntariados

Compagino mi labor profesional con tres proyectos que me conectan profundamente con mi propósito:

– Soy voluntaria formadora en inteligencia emocional para adolescentes, vicepresidenta y miembro de la Junta Directiva de la ONG Desata Tu Potencial.
– Acompañoy facilito de manera voluntaria en el proyecto social La Akademia, donde acompaño a jóvenes de entre 18 y 23 años en educación emocional, talento y autoestima.
– Colaboro como voluntaria en La Niña Amarilla, ofreciendo charlas de prevención del suicidio en centros educativos, un compromiso muy íntimo para mí desde mi propia historia personal como sobreviviente.

Quién soy más allá de la profesión

Soy una aprendiz eterna. Me apasionan la inteligencia emocional, la neurociencia, la comunicación no violenta, la disciplina positiva y todo lo que me permita comprender mejor a las personas y al mundo. Soy una lectora incansable, amante de la naturaleza y los animales (convivo con dos gatos maravillosos) y siempre que puedo me escapo a la montaña, donde encuentro la serenidad y la belleza de los caminos menos transitados. Me nutren las conversaciones profundas, reír, pensar, pasear y el geocaching.

Acompaño a quienes se sienten desorientadxs, frustradxs, sobrepasadxs o bloqueadxs a reencontrarse con sus fortalezas y su fuerza interior para descubrir sus propias respuestas. Creo profundamente que no existe mayor libertad que la de ser una misma, unx mismx, y lo sé porque ese ha sido mi propio camino.

Creé Eduko con toda la ilusión, la convicción y el corazón de quien desea ser parte del cambio que quiere ver en el mundo. Si te resuena, si estás en un momento de búsqueda o de reinicio… te invito a comenzar este viaje de autodescubrimiento conmigo.