¿Sabías que en nuestro país mueren más de 4000 personas cada año a causa del suicidio? ¿Sabías que es ya la primera causa de muerte no natural en España y la segunda en el mundo? ¿Sabías que cada 40 segundos se suicida alguien en el mundo y cada 2h15’ una en España? ¿Sabías que en los últimos años se han duplicado las muertes por suicidio en menores de edades y mayores de 70 años? ¿Sabías que el suicicio puede prevenirse y que una de las principales maneras de prevención es que hablemos de ello?
Aunque no siempre lo parezca, siempre hay esperanza. Juntos podemos romper el estigma asociado con el suicidio y brindar el apoyo necesario a quienes más lo necesitan. Con empatía, comprensión y amor, podemos construir un mundo donde cada persona encuentre razones para vivir y seguir adelante.
Aquí encontrarás información valiosa sobre cómo identificar las señales de alarma, desmitificar creencias erróneas y descubrir lugares donde puedes obtener ayuda. Nuestro objetivo es brindarte recursos y apoyo para prevenir el suicidio y promover la salud mental. Recuerda que siempre hay esperanza y que no estás solo.
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Desmitificando el suicidio: Rompiendo barreras y creencias erróneas
El suicidio es un tema complejo repleto de mitos. Abordar estos mitos es fundamental para fomentar una comprensión más profunda sobre este tema y ayudar a prevenir esta trágica pérdida de vidas. Aquí desmontamos algunos mitos comunes con el propósito de fomentar la prevención del suicidio.
Mito: Las personas que intentar suicidarse o hablan sobre el suicidio solo buscan llamar la atención.
Realidad: Hablar sobre el suicidio es una señal de alarma importante, hasta cuando se bromea sobre ello. Si alguien expresa pensamientos suicidas, es fundamental tomarlo en serio y brindarle el apoyo adecuado. Los intentos de suicidio, del tipo que sean, son una señal de que alguien está experimentando un nivel extremo de angustia y desesperación que no sabe sostener de otra manera.
Mito: Las personas que intentan suicidarse están decididas a morir.
Realidad: Las personas que intentan suicidarse en realidad desean poner fin a su dolor emocional y no a su vida. La prevención del suicidio implica abordar las causas subyacentes y proporcionarles el apoyo necesario para enfrentar y abordar su situación con herramientas que les ayuden a gestionar su dolor emocional.
Mito: Las personas que se suicidan tienen enfermedad mental.
Realidad: Numerosos estudios y análisis de casos han demostrado una fuerte asociación entre el suicidio y los trastornos de salud mental. Y es cierto que el hecho de tener algún tipo de enfermedad mental es un factor de riesgo, pero no necesariamente hay que padecer un trastorno de salud mental para querer suicidarse. Nadie es inmune a que en algún momento de la vida puedas tener pensamientos suicidas.Recuerda que suicidarse, es tomar una decisión definitiva para un problema temporal, aunque en ese momento no lo puedas ver.
Mito: Si lo dice no lo hace, si lo hace no lo dice.
Realidad: Es importante tomar en serio cualquier indicio de que alguien pueda estar en riesgo de suicidio, ya sea que lo estén comunicando verbalmente o no. Las personas que están experimentando pensamientos suicidas pueden tener dificultades para expresar abiertamente sus sentimientos y pedir ayuda. Algunas personas pueden mantener en secreto sus luchas internas debido al estigma, al miedo al juicio o a la falta de comprensión de los demás. Otras personas en cambio bromean con ello como forma de ver la reacción de los demás o verbalizar sin ponerse en el punto de mira.
Mito: No se puede hacer nada para prevenir el suicidio.
Realidad: El suicidio es prevenible. Identificar las señales de alarma, ofrecer apoyo y conectar a las personas con recursos adecuados puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Mito: Hablar sobre el suicidio con alguien puede incitarlo a hacerlo.
𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃: Durante muchísimo tiempo el miedo al efecto contagio ha evitado que pudiéramos hablar directamente del suicidio y por tanto se ha generado un estigma y un tabú que aún persisten a día de hoy. Hablar de forma abierta, consciente y adecuada sobre el suicidio puede brindar una oportunidad para que las personas expresen sus emociones y busquen ayuda. De hecho, evitar hablar sobre el tema puede tener consecuencias negativas al dejar a la persona en un aislamiento emocional y sin el apoyo adecuado. Abrir el diálogo y brindar un espacio seguro para que alguien comparta sus pensamientos y sentimientos puede ser un primer paso crucial para su recuperación.
Cuando se habla sobre el suicidio con alguien, es importante hacerlo de manera respetuosa y empática, escuchando activamente y mostrando comprensión. No se debe juzgar ni minimizar sus sentimientos, y es fundamental alentar a la persona a buscar ayuda profesional y apoyarlos en su proceso de recuperación.
No olvides que lo que no se nombra no existe.
Desmitificando el suicidio: Rompiendo barreras y creencias erróneas
Como ser agente de prevención del suicidio
En la vida, todos enfrentamos momentos difíciles. Pero a veces, algunas personas pueden encontrarse en situaciones donde la carga emocional se vuelve abrumadora y no sepan como sostenerse.
Conocer las señales de alarma puede ayudarnos a identificar a alguien que está en riesgo de suicidio y brindarle el apoyo adecuado. Aquí hay algunas señales a las que debemos prestar atención para contribuir a la prevención del suicidio:
- Cambios en el comportamiento: Aislamiento social, pérdida de interés en actividades que solían disfrutar, cambios extremos de humor o comportamiento autodestructivo.
- Expresiones verbales: Hablar sobre querer morir, sentirse desesperado, ser una carga para los demás o no tener ninguna razón para vivir.
- Preparación para la muerte: Realizar arreglos inusuales, como dar objetos queridos, despedirse de seres queridos o escribir notas de despedida.
- Cambios en el estado de ánimo: Expresiones de tristeza profunda, desesperanza, irritabilidad extrema, ansiedad persistente o euforia desmedida…
- Cambios en el apetito o peso: Pérdida o aumento significativo de peso sin motivo aparente, cambios drásticos en los hábitos alimentarios.
- Cambios en el patrón de sueño: Insomnio o aumento excesivo de horas de sueño, dificultad para conciliar el sueño o despertar temprano en la mañana.
- Expresiones verbales de desesperanza o inutilidad: Comentarios frecuentes acerca de sentirse sin esperanza, inútil o como una carga para los demás.
Lugares de ayuda: No estás solo, hay personas dispuestas a ayudar
Si tú o alguien que conoces está experimentando pensamientos suicidas, recuerda que hay recursos y personas dispuestas a brindar apoyo y ser posibilitadores de prevención del suicidio. Aquí hay algunos lugares a los que puedes acudir:
- Líneas de ayuda: Numerosas organizaciones ofrecen líneas de ayuda telefónica disponibles las 24 horas. No dudes en comunicarte con ellos si necesitas hablar con alguien.
- 024 – Teléfono 24h
- 717 003 717 – Teléfono de la Esperanza 24h
- 91 138 53 85 – La Barandilla de 9 a 21h
- 112 – Servicios de Emergencia
- 900 925 555 Teléfono de Prevención del Suicidio
- Profesionales de la salud mental: Psicólogos, psiquiatras, trabajadores especializados en salud mental y profesionales de la ayuda pueden brindar apoyo y tratamiento especializado.
- Organizaciones comunitarias: Muchas comunidades tienen organizaciones sin fines de lucro que se dedican a la prevención del suicidio y brindan apoyo emocional y recursos.
Si quieres obtener más recursos de ayuda pincha aquí.
Recuerda que no estás solo y que buscar ayuda no es una muestra de debilidad, sino un acto de valentía. Juntos, podemos superar las dificultades y promover la salud mental en nuestra comunidad.
Si estás pasando por una crisis y necesitas ayuda inmediata, por favor comunícate con los servicios de emergencia de tu país.
Cuando nos sentimos desbordados por las circunstancias en muchas ocasiones no sabemos qué decir ni cómo afrontar todo eso que sentimos sin sentir que estamos fallando. Pedir ayuda es un paso valiente y crucial en momentos de dificultad.
Cómo pedir ayuda
- Comunícate con alguien de confianza: Busca a una persona en tu vida en quien confíes, como un amigo cercano, un familiar o un mentor. Elige a alguien que sea comprensivo y esté dispuesto a escuchar sin juzgar.
- Expresa tus sentimientos abiertamente: Intenta comunicar tus pensamientos y emociones de manera clara y directa. No tengas miedo de compartir lo que estás experimentando y cómo te sientes.
- Busca ayuda profesional: Pide una cita con un profesional de la salud mental. Ellos están capacitados para brindar apoyo y orientación en situaciones de crisis. Si no estás seguro de a quién acudir, puedes contactar a una línea de ayuda o buscar recursos en tu comunidad.
- Utiliza recursos en línea: Hay numerosos recursos en línea disponibles que ofrecen apoyo y orientación para aquellos que enfrentan pensamientos suicidas. Puedes acceder a líneas de ayuda telefónica, chat en línea o servicios de mensajes de texto. Estos servicios pueden brindarte un espacio seguro para expresar tus sentimientos y recibir apoyo.
- No dudes en llamar a emergencias: Si te sientes en peligro inmediato o crees que alguien está en riesgo, no dudes en llamar a los servicios de emergencia en tu país.
Recuerda que buscar ayuda no es una señal de debilidad, sino un acto de valentía y autocuidado. Hay personas dispuestas a apoyarte y recursos disponibles para brindarte el apoyo que necesitas. No te rindas. Te queremos viv@.
Ofrecemos charlas y formaciones de prevención del suicidio
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