Comunicación
“Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que tú quieres oír, lo que oyes, lo que crees entender y lo que entiendes, existen nueve posibilidades de no entenderse.”
¿Sientes que la gente no te comprende? ¿Que lo que dices no llega como esperabas?
¿Que te malinterpretan o que no logras expresar lo que realmente quieres decir?
La comunicación es mucho más que hablar: es el acto consciente de conectar con otro ser humano para transmitir y recibir información, emociones e intenciones.
En ese proceso intervienen muchos factores —palabras, tono, gestos, emociones, expectativas— que a menudo distorsionan el mensaje y nos alejan del entendimiento.
No es lo mismo saber lo que queremos decir que conseguir que el otro lo entienda.
Cuidar la escucha activa
La escucha activa es una forma de comunicación que hace sentir al otro realmente visto y comprendido. No se trata solo de oír palabras, sino de captar los gestos, el tono, la emoción y la intención que las acompañan.
Escuchar activamente implica presencia, empatía e interés genuino. Supone preguntar para aclarar, parafrasear lo importante, mantener el foco sin interrumpir y evitar apropiarnos del diálogo con nuestras propias historias. También significa escuchar sin prejuicios, con apertura y respeto por la experiencia del otro.
En definitiva, la escucha activa es un compromiso con la relación: una manera de decir “te estoy escuchando de verdad”.
Practica la escucha consciente y transforma tus relaciones.
“No lo olvides: todo comunica. La comunicación es como un eco, siempre devuelve lo que das.”
Taller de comunicación consciente
En este taller aprenderás a:
- Expresarte con claridad, sin perder la calma ni agredir.
- Escuchar de verdad y comprender lo que hay detrás de las palabras.
- Resolver conflictos con empatía y responsabilidad.
- Comunicar desde el “yo”, sin culpas ni reproches.
- Formular peticiones claras sobre lo que necesitas.
- Reconocer el poder de la comunicación no verbal y su impacto en los demás.
Descubrirás que comunicarte mejor no es hablar más, sino conectar mejor. Y que detrás de cada palabra hay una emoción que puede unir o separar.
Aprender a comunicarte es aprender a convivir.
La comunicación es la base de todo entendimiento
Aprender a comunicarse mejor no solo evita malentendidos, sino que fortalece los vínculos y resuelve los conflictos desde la calma y la empatía.
La comunicación no violenta, desarrollada por Marshall Rosenberg, propone expresarnos desde las necesidades y no desde la culpa, la crítica o el juicio.
Rosenberg lo resumía así:
“La violencia es la expresión trágica de necesidades no satisfechas.”
Cuando aprendemos a comunicar lo que queremos y necesitamos de manera respetuosa, sin herir ni ofender, la relación cambia. No solo mejora la comunicación: mejora la comprensión, la confianza y la convivencia.
Hablar desde el corazón no debilita, fortalece.