No me da la vida. Es que no tengo tiempo. No me cunde. No me centro. No sé dónde se me ha ido la tarde. ¿Te suenan estas frases?
El día tiene 24 horas y la semana tiene 7 días. Esta es una obviedad sobre la que todo el mundo estará de acuerdo. No obstante es algo que olvidamos a menudo. Queremos hacer tantas cosas que nos faltan horas o días de la semana. Pero hasta que no asumamos que sólo disponemos de 24 horas al día y de 7 días a la semana, no podremos nunca gestionar bien nuestro tiempo.