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¿Qué es la pertenencia?

Como seres sociales, necesitamos sentir que formamos parte, anhelamos encontrar un lugar donde todo, sobre todo nosotros mismos, tengamos sentido.

La pertenencia, encontrar nuestro lugar en el tejido humano que nos rodea, no solo es un deseo, es una necesidad fundamental para nuestra salud emocional y nuestro bienestar personal.

Encontramos refugio en la compañía de aquellas personas que entienden nuestras peculiaridades y celebran nuestras victorias. Compartimos alegrías que al pertenecer se multiplican, descargamos tristezas que al ser parte se diluyen y pesan menos.

La necesidad de pertenencia no solo es un deseo innato, sino también el pegamento que une las páginas de nuestro cuento compartido. Nos permite conectar, hallar consuelo, nos acompaña y proporciona apoyo.

Aunque la vida pueda ser a veces un viaje solitario,nunca caminamos verdaderamente solos cuando compartimos el sendero de la pertenencia.

La pertenencia, encontrar nuestro lugar en la sociedad, es una necesidad social que todos compartimos. Pero también tiene sus riesgos.

Peligros de la búsqueda de la pertenencia

La pertenencia es vital, pero buscarla a toda costa puede convertirse en un viaje peligroso. En la ansiedad por encajar, corremos el riesgo de perder nuestra autenticidad, de diluir nuestra esencia en el intento de ser aceptados por los demás. 

La búsqueda desesperada de pertenencia puede llevarnos a lugares donde sacrificamos nuestros valores y principios con tal de ser parte de un grupo. Nos exponemos a la posibilidad de convertirnos en marionetas de las expectativas ajenas, perdiendo de vista nuestro propio rumbo. En ese afán obsesivo por pertenecer, corremos el riesgo de olvidar quiénes somos.

La pertenencia genuina surge cuando somos fieles a nuestras verdaderas pasiones, valores y singularidades.  Cuando nos mostramos vulnerables y compartimos nuestras experiencias, en lugar de ocultarlas detrás de máscaras creadas para encajar.

Sacrificar nuestra autenticidad por la aceptación externa puede proporcionar un alivio temporal, pero a largo plazo, puede convertirse en un vacío y suponer una desconexión con nuestro interior.

Aquí hay algunos de los riesgos asociados con la búsqueda desmedida de pertenencia a expensas de uno mismo:

  1. Pérdida de Autenticidad: La búsqueda excesiva de pertenencia puede llevar a la supresión de la propia identidad. Las personas pueden modificar su comportamiento, creencias o valores para encajar en un grupo, lo que resulta en una pérdida de autenticidad personal.
  2. Negación de Necesidades Personales: En el afán de ser aceptados, algunas personas pueden ignorar o negar sus propias necesidades y deseos. Esto puede llevar a la insatisfacción personal y a una sensación de vacío, ya que se descuidan las necesidades individuales.
  3. Dependencia Emocional: La dependencia excesiva de la aprobación externa para sentirse valioso puede conducir a una vulnerabilidad emocional. Las personas pueden volverse demasiado sensibles a la opinión de los demás, lo que afecta su autoestima y bienestar emocional.
  4. Relaciones Superficiales: Buscar pertenencia a toda costa puede resultar en la formación de relaciones superficiales. Si las conexiones se basan en la conformidad en lugar de la autenticidad, las relaciones tienden a carecer de profundidad y significado real.
  5. Aislamiento Interno: A pesar de estar rodeado de personas, uno puede sentirse emocionalmente aislado si no puede expresar su verdadero yo. La falta de conexión emocional genuina puede llevar a la soledad y la sensación de no ser comprendido.
  6. Estrés y Agotamiento: Mantener una fachada constante y tratar de cumplir con las expectativas de los demás puede generar estrés y agotamiento. La presión de ser aceptado puede ser emocionalmente agotadora a largo plazo.
  7. Incapacidad para Afrontar el Rechazo: Aquellos que buscan pertenencia a toda costa pueden tener dificultades para lidiar con el rechazo. El miedo al rechazo puede llevar a la evitación de situaciones sociales y limitar las oportunidades de crecimiento personal.

La verdadera pertenencia no exige la negación de nuestro yo auténtico,  florece cuando nos permitimos simplemente ser.

No sacrifiques lo que te hace una persona única y auténtica. La verdadera pertenencia se encuentra en aquellos lugares y relaciones donde las personas somos aceptadas y valoradas por lo que realmente somos, no por la imagen que intentamos dar.

Si no sabes como encontrar el equilibrio o tienes miedo de que las personas adolescentes de tu vida se estén perdiendo en su búsqueda, contáctanos.

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